11.1 Positivismo y antipositivismo

Homero Martínez Camarena Grupo:1182.

POSITIVISMO

 Ubicación cronológica y representantes.

El término positivismo fue utilizado por primera vez por el filósofo y matemático francés del siglo XIX Auguste Comte (1798-1857), pero algunos de los conceptos positivistas se remontan al filósofo británico David Hume (1711-1775), al filósofo francés Saint-Simon (1760-1825), y al filósofo alemán Immanuel Kant (1724- 1804).

Además de Auguste Comte en Francia, los representantes más significativos del positivismo son: John Stuart Mil¡ (1806-1873) y Herbert Spencer (1820-1903) en Inglaterra; Jakob Moleschott (1822-1893) y Errist Haeckei (1834-1919) en Alemania; Roberto Ardigó (1828-1920) en Italia. Por lo tanto, el positivismo se integra en tradiciones culturales diferentes: en Francia se inserta en el interior del racionalismo que va desde Descartes hasta la ilustración; en Inglaterra, se desarrolla sobre la tradición empirista y utilitaria, y se relaciona a continuación con la teoría darwinista de la evolución; en Alemania asume la forma de un rígido cientificismo y de un monismo materialista; en Italia, con Ardigó, sus raíces se remontan al naturalismo renacentista, aunque sus frutos más notables -debido a la situación social de la nación ya unificándolos brinda en el ámbito de la pedagogía y de la antropología criminal.

Características.

1) A diferencia del idealismo, en el positivismo se reivindica el primado de la ciencia: sólo conocemos aquello que nos permite conocer las ciencias, y el único método de conocimiento es el propio de las ciencias naturales.

2) El método de las ciencias naturales (descubrimiento de las leyes causales y el control que éstas ejercen sobre los hechos) no sólo se aplica al estudio de la naturaleza sino también al estudio de la sociedad.

3) Por esto la sociología -entendida como la ciencia de aquellos «hechos naturales»

constituidos por las relaciones humanas y sociales- es un resultado característico del programa filosófico positivista.

4) En el positivismo no sólo se da la afirmación de la unidad del método científico y de la primacía de dicho método como instrumento cognoscitivo, sino que se exalta la ciencia en cuanto único medio en condiciones de solucionar en el transcurso del tiempo todos los problemas humanos y sociales que hasta entonces habían atormentado a la humanidad.

5) Por consiguiente, la época del positivismo se caracteriza por un optimismo general, que surge de la certidumbre en un progreso imparable (concebido en ocasiones como resultado del ingenio y del trabajo humano, y en otros casos como algo necesario y automático) que avanza hacia condiciones de bienestar generalizado, en una sociedad pacífica y penetrada de solidaridad entre los hombres.

6) El hecho de que la ciencia sea propuesta por los positivistas como único fundamento sólido de la vida de los individuos y de la vida en común; el que se la considere como garantía absoluta del destino de progreso de la humanidad; el que el positivismo se pronuncie a favor de la divinidad del hecho: todo esto indujo a algunos especialistas a interpretar el positivismo como parte integrante de la mentalidad romántica. En el caso del positivismo, sin embargo, sería la ciencia la que resultaría elevada a la categoría de infinito. El positivismo de Comte, por ejemplo -afirma Koiakowski-, «implica una construcción de filosofía de la historia omnicomprensiva, que culmina en una visión mesiánica».

7) Tal interpretación no ha impedido sin embargo que otros exegetas (por ejemplo,

Geymonat) descubran en el positivismo determinados temas fundamentales que proceden de la tradición ilustrada, como es el caso de la tendencia a considerar que los hechos empíricos son la única base del verdadero conocimiento, la fe en la racionalidad científica como solucionadora de los problemas de la humanidad, o incluso la concepción laica de la cultura, entendida como construcción puramente humana, sin ninguna dependencia de teorías y supuestos teológicos.

8  ) Siempre en líneas generales el positivismo (John Stuart Mill constituye una excepción en este aspecto) se caracteriza por una confianza acrítica y a menudo expeditiva y superficial en la estabilidad y en el crecimiento sin obstáculos de la ciencia.

Dicha confianza acrítica se transformó en un fenómeno consuetudinario.

9) La positividad de la ciencia lleva a que la mentalidad positivista combata las concepciones idealistas y espiritualistas de la realidad, concepciones que los positivistas acusaban de metafísicas, aunque ellos cayesen también en posturas metafísicas tan dogmáticas como aquellas que criticaban.

 10) La confianza en la ciencia y en la racionalidad humana, en definitiva, los rasgos ilustrados del positivismo, indujeron a algunos marxistas a considerar que la acostumbrada interpretación marxista -según la cual el positivismo no es más que la ideología de la burguesía en la segunda mitad del siglo XIX- es insuficiente y, en cualquier caso, posee un carácter reductivo.

 Desarrollo histórico.

A principios del siglo XX un grupo de filósofos interesados en la evolución de la ciencia moderna, rechazaron las ideas positivistas tradicionales que creían en la experiencia personal como base del verdadero conocimiento y resaltaron la importancia de la comprobación científica. Este grupo fue conocido como los positivistas lógicos entre los que se encontraban el austriaco Ludwig Wittgenstein y

los filósofos británicos Bertrand Russell y George Edward Moore. El Tractatus logico-philosophicus (1921) resultó tener una influencia decisiva en el rechazo de las doctrinas metafísicas por su carencia de sentido y la aceptación del empirismo como una materia de exigencia lógica.

 De acuerdo con Dobles, Zúñiga y García (1998) el positivismo se caracteriza por postular lo siguiente:

 1. El sujeto descubre el conocimiento.

 2. El sujeto tiene acceso a la realidad mediante los sentidos, la razón y los instrumentos que utilice.

 3. El conocimiento válido es el científico.

 4. Hay una realidad accesible al sujeto mediante la experiencia. El positivismo supone la existencia independiente de la realidad con respecto al ser humano que la conoce.

 5. Lo que es dado a los sentidos puede ser considerado como real.

 6. La verdad es una correspondencia entre lo que el ser humano conoce y la realidad que descubre.

 7. El método de la ciencia es el único válido.

 8. El método de la ciencia es descriptivo. Esto significa, según Abagnaro, que la ciencia describe los hechos y muestra las relaciones constantes entre los hechos, que se expresan mediante leyes y permiten la previsión de los hechos.

 9. Sujeto y objeto de conocimiento son independientes: se plantea como principio la neutralidad valorativa. Esto es: que el investigador se ubique en una posición neutral con respecto a las consecuencias de sus investigaciones.

 Augusto Comte (1798-1857)

 El Estado Positivo

 “Consiste esta ley que en cada una de nuestras concepciones principales, cada rama de nuestros conocimientos, pasa sucesivamente por tres estados teóricos diversos: el estado teológico o ficticio; el estado metafísico o abstracto; el estado científico o positivo. (…) En el estado teológico, el espíritu humano, la dirigir esencialmente sus investigaciones hacia la naturaleza íntima de los seres, las causas primeras y  finales de todos los efectos que percibe, es una palabra, hacia los conocimientos absolutos, se representa los fenómenos como producidos por la acción directa y continuada de agentes sobrenaturales, más o menos numerosos, cuya intervención arbitraria explica todas las aparentes anomalías del universo. En el estado metafísico, que no es en el fondo sino una simple modificación general del primero, se substituyen los agentes sobrenaturales por fuerzas abstractas… En fin, en el estado positivo, es espíritu humano, reconociendo la imposibilidad de obtener nociones absolutas, renuncia a buscar el origen y el destino del universo y a conocer las causas íntimas de los fenómenos, para dedicarse únicamente a descubrir, mediante el empleo bien combinando del razonamiento y de la observación, sus leyes efectivas”.

 “Curso de filosofía positiva”.

 Antipositivismo.

El antipositivismo proponía una seria crítica a los paradigmas del conocimiento, que se concibiera a la ciencia como algo dinámico al igual que la concepción acerca de la naturaleza, lo que tal vez, ponía en entredicho lo que los aparatos ideológicos habían apoyado durante siglos. La hermenéutica es una de las corrientes filosóficas que se opone al positivismo. Puede decirse que la hermenéutica (del griego hermeneutikós, interpretación) en términos generales es la pretensión de explicar las relaciones existentes entre un hecho y el contexto en el que acontece.

Aunque en un principio la hermenéutica constituyó un campo cuya aplicación se vio restringida exclusivamente a cuestiones de carácter bíblico, hoy en día se emplea en el análisis e interpretación de textos y contextos filosóficos, históricos, literarios, científicos, etc.

  Bibliografía:

“Introducción al estudio del derecho” Miguel Villoro Toranzo Edit. Porrua México 2002 Decimaséptima edición.

Apunte FCA de la materia.

Internet:

http://www.azc.uam.mx/csh/sociologia/sigloxx/positivismo.htm

http://www.cidse.itcr.ac.cr/revistamate/ContribucionesV4n22003/meza/pag1.html

 Homero Martínez Camarena Grupo:1182.

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One Response to 11.1 Positivismo y antipositivismo

  1. arango eleazar says:

    Arango Robles Eleazar
    Grupo 1182

    CRITICA DEL POSITIVISMO Y ANTI POSITIVISMO

    El sistema normativo así obtenido es inmutable y universal; por consiguiente, será válido en toda sociedad humana, independientemente de las circunstancias propias de cada una, La raíz de esa inmutabilidad y universalidad reside en el hecho de que la naturaleza humana es la misma siempre y donde quiera. Todo positivismo deberá acercarse lo más posible al orden normativo racionalista.
    De ningún modo se debe considerar al racionalismo jurídico como una tendencia estéril y perniciosa, Es evidente que la conducta social del hombre interesa diversamente a la moral, ya que considera en función de la perfección moral del individuo.
    El carácter que se da a los hechos en el positivismo como criterio justificador era equivocado porque no hay una captación directa de lo empírico. El positivista no se da cuenta de que su mirar está mediado por la sociedad en la que vive, la sociedad capitalista burguesa: el positivista prescinde de que la sociedad nos condiciona y cree que ve las cosas tales y como son. Pero como no ve la mediación de la sociedad, el positivista está condenado a percibir apariencias. Aunque no es directamente moral puesto que no tiene por principal interés la perfección moral del individuo, se debe tomar en cuenta a la moral en la medida que esta contribuye al bien común de la sociedad; solo se da en cuanto que la moral es la que ofrece los principios filosóficos rectores del orden temporal; cuando una regla moral no concierne al bien común, Por eso debe ser criticado el empeño que tiene el racionalismo jurídico de excluir todo enfoque moral.
    Lo que se viene explicando es ante todo una solución social, mientras que la justicia moralista es ante todo una virtud moral, tiene por fin principal la perfección moral del individuo, puesto que gracias a ella será posible que todos los individuos encuentren en la comunidad el ambiente propicio para su pleno desarrollo moral.
    En el positivismo solo conocemos lo que la ciencia nos permite conocer, como un ejemplo son las ciencias naturales y esto también va enfocado al estudio de la sociedad, el positivismo se da en el trabajo humano, entre los hombres para que exista positivismo. En el caso del positivismo hace que el ser humano pueda descubrir la realidad o la verdad de las cosas, en el estado positivo se refiere más que nada al espíritu humano.
    En el anti positivismo solo se proponen críticas de los conocimientos que se tienen y de poder explicar relaciones existentes entre los hechos y algún contexto en el cual se acontecen.